domingo, 17 de junio de 2007

Crónica de una devaluación anunciada

Monografía escrita en 2004 para la materia "Economía IV"

Introducción:

Este trabajo presenta una caracterización de los principales fundamentos teóricos que dieron origen y justificaron dos políticas económicas de estabilización aplicadas en la Argentina en los últimos treinta años. Me centrare en analizar lo ocurrido con la pauta cambiaria (popularmente conocida como “la tablita”) implementada durante la ultima dictadura militar y el régimen de caja de conversión o convertibilidad, aplicada durante el gobierno de Menem. Estas políticas estabilizadoras se implementaron con un mismo objetivo explicito: reducir la inflación mediante la apertura comercial y la fijación del tipo de cambio nominal. Lo que interesa abordar aquí es cuales fueron los supuestos teóricos más importantes a partir de los cuales se diseño y se impulso este tipo de políticas estabilizadoras, que representaron un cambio en la concepción teórica ortodoxa, en materia de política económica para los denominados países “emergentes”.
Ambas políticas parten de un mismo núcleo teórico que les dio origen pero sin embargo, se diferenciaron en su implementación y en su evolución con similares efectos sobre la economía real. Se analizara en que contexto y cual fue la evolución de cada una de las dos políticas económicas que concluyeron en un inevitable y anunciado final en común: la devaluación de la moneda o el retorno al tipo de cambio “de equilibrio”. Se intentara indagar acerca de cuales fueron las causas que posibilitaron que un régimen monetario pudiera sostenerse por un periodo mas largo de tiempo que el otro.
Por ultimo se intentara demostrar como a partir de lo ocurrido con la aplicación de ambas políticas económicas, la experiencia histórica se encargo de refutar lo postulado por la ortodoxia tanto en términos de diagnostico como de recomendación de política económica.

1. Principales supuestos teóricos de las políticas estabilizadoras basadas en el tipo de cambio como ancla nominal de los precios

Primer supuesto: “Suply side economics o teoría de la oferta”

Esta teoría postula básicamente, que toda devaluación de la moneda es inútil en la medida que toda depreciación del tipo de cambio es seguida de un inmediato brote inflacionario que anula sus efectos. De acuerdo con esta concepción se supone que la causa directa de la inflación es la devaluación y no el aumento en la emisión de dinero, como sostiene la primer versión de la teoría cuantitativa del dinero (esbozada por Hume).

Segundo supuesto: Enfoque monetario del balance de pagos I

El enfoque monetario del balance de pagos plantea que con el proceso de globalización financiera, iniciado en los setenta, se superarían las restricciones del balance de pagos sobre el crecimiento que tradicionalmente mantuvieron los países de América Latina en la medida en que estos desrregularan sus sistemas financieros y abrieran la cuenta capital del balance de pagos a los flujos de capitales del resto del mundo. De este modo ante el ingreso de capitales en la región, los problemas de insuficiencia de divisas, característicos de la ISI (Industrialización Sustitutiva de Importaciones), dejarían de ser un obstáculo, al proveer a las economías de la región de los recursos necesarios para cerrar la llamada “brecha externa.” La oferta monetaria se vincula al saldo neto de los flujos de capitales. Por otra parte, se supone que una mayor emisión de moneda (provocada por un ingreso de capitales) no produce inflación sino que más bien revela una mayor preferencia por liquidez y, además, no afectaría en última instancia la causa de la inflación que es la devaluación.

Tercer supuesto: Ley del precio único

La ley del precio único sostiene la convergencia entre los precios domésticos y los internacionales, en términos de una misma moneda, a través de la competencia. Para que esta convergencia se haga efectiva es necesario en primer lugar la apertura comercial, de manera que la producción local pueda competir con las mercancías del resto del mundo y de este modo crear las condiciones para que se iguale la tasa de inflación domestica con la internacional.
En segundo lugar el tipo de cambio nominal debe estar fijo o al menos tener un ritmo de devaluación progresivo que sea inferior al ritmo con que convergen la tasa de inflación domestica con la internacional. Esta segunda condición, de un tipo de cambio nominal fijo o cuasi-fijo se hace necesaria en la medida que permite el ancla nominal de los precios, ya que en definitiva (y de acuerdo al primer supuesto) se frena la causa última de la inflación que es la devaluación.

Cuarto supuesto: Enfoque monetario del balance de pagos II

El tipo de cambio mide el valor de la moneda domestica en relación a las monedas del resto del mundo y en particular del dólar. Se habla de tipo de cambio real cuando consideramos en términos de bienes y de precios relativos cual es el poder de compra que tienen las divisas en la economía domestica. Ahora bien, si se cumplen el segundo y tercer supuesto es muy factible que se genere un déficit en la balanza comercial del siguiente modo. La caída (en moneda local) del precio de las mercancias que pueden sustituirse por importación, es decir bienes transables, debido a la competencia de la producción local con la importación con un tipo de cambio nominal fijo o casi-fijo, deriva en una apreciación del tipo de cambio real. En este contexto y pensando en una economía que exporta bienes primarios, al crecer el producto el incremento de las importaciones es mayor que el de las exportaciones. El enfoque monetario del balance de pagos reconoce que el atraso cambiario no seria una restricción por mas déficit comercial que provoque porque, junto con el precio de los bienes transables se reduce también(a causa de la apreciación cambiaria) el costo de los prestamos en el exterior, lo que estimula la entrada de capitales y permitiría equilibrar el balance de pagos y sostener la liquidez del lado real de la economía, además de otorgar mayores fuentes de financiamiento a las empresas locales para realizar inversiones.

Quinto supuesto: Modelo Mundell-Fleming de tipo de cambio fijo
Este modelo supone que una economía abierta con un tipo de cambio fijo(y perfecta movilidad de capital) posee un mecanismo endógeno de ajuste para mantener la paridad cambiaria. Este mecanismo consiste en que cualquier contracción monetaria, eleva de la tasa de interés y la ubica por encima de la internacional lo que provoca el ingreso de capitales en la economía. Como consecuencia de esto el exceso de demanda de moneda local y el aumento en las reservas obliga a una expansión en la emisión de dinero para mantener el tipo de cambio, lo que reduce la tasa de interés hasta el punto en que se iguala con la internacional.
Del modelo Mundell-Fleming se deducen dos conclusiones:
* Una caída del producto, con su consiguiente disminución de la demanda de dinero para transacciones (y su efecto contractivo sobre la oferta monetaria), seria superada mediante el mecanismo endógeno de ajuste del modelo.
* La posibilidad de hacer política monetaria queda reducida por no decir nula, en la medida que lo único que debe hacer el banco central es emitir moneda para mantener el tipo de cambio a la paridad nominal vigente.

Sexto supuesto: Regla de currency board

En las fases de retracción de los flujos de capital, la función preventiva de la política monetaria opera a través del aumento de la tasa de interés por arriba del nivel determinado por la tasa de interés mas la prima de riesgo país. La tasa de interés domestica debe elevarse lo necesario para retener los capitales y evitar la caída del nivel de reservas.

Séptimo supuesto: inflation targeting

La política monetaria debe limitarse a un único objetivo antiinflacionario. Esto implica la absoluta independencia del banco central con respecto a la autoridad económica, meta que se logra en función de que se sostiene un tipo de cambio fijo o casi-fijo y la emisión monetaria por lo tanto, se subordina a la variación en la acumulación de reservas internacionales. De este modo la oferta monetaria se convierte en una variable exógena, es decir, que no puede ser controlada por la política económica.

2. Las experiencias en Argentina de políticas estabilizadoras basadas en el tipo de cambio como ancla nominal de precios


2.1. La pauta cambiaria o “tablita” (1978 – 1981)

2.1.1. Contexto internacional: durante la década del 70 se desarrolla la llamada “globalización financiera”. En términos generales, este proceso consistió en el aumento en el volumen y en la velocidad de las transacciones financieras a nivel mundial y principalmente entre las economías centrales. En términos generales se genera una gran masa de recursos líquidos, explicada en parte por el fuerte aumento del precio del petróleo, que origina un flujo de capitales hacia Latinoamérica que es mas grande del que los sistemas financieros de los países de la región podían absorber. En este marco el gobierno militar de Argentina, al igual que los gobiernos de Chile y Uruguay, adopta la estrategia de apertura al ingreso de capitales basada en la integración financiera. Esta estrategia implico que la desregulación financiera tuviera como prioridad la liberalización de la tasa de interés domestica y una apertura prácticamente irrestricta al ingreso de capitales en la economía con el objetivo de estabilizar antes que de lograr crecimiento del producto. Esto hizo que la tasa de interés domestica se elevara notablemente en relación a los niveles que mantenía anteriormente a la vez que se permitió la libre entrada y salida de capitales del resto del mundo.
2.1.2. En que consistió la pauta cambiaria: en diciembre de 1978 el gobierno militar dio a conocer la implementación del programa de pauta cambiaria, pero empezó a operar efectivamente en enero del siguiente año. El programa de pauta cambiaria o “tablita” implico la fijación del ritmo de devaluación del tipo de cambio nominal de manera progresiva y cada vez menor. Se establecieron así, pautas de las futuras devaluaciones del peso que deberían finalizar en el momento en el cual la moneda local alcance el tipo de cambio de equilibrio. Este momento, en el cual la devaluación seria igual a cero, llegaría en el momento en el que la tasa de inflación domestica se igualara con la internacional. Para que esta convergencia pudiera hacerse efectiva se estableció una reducción gradual de los aranceles de importación de manera que la producción local reduzca sus precios mediante la competencia con mercancías importadas.
2.1.3. La aplicación de la pauta cambiaria y sus efectos: la implementación de la pauta cambiaria no logro la ansiada convergencia entre los precios domésticos y los internacionales porque la brecha en la evolución de los precios de los bienes transables con respecto a la de los no transables (servicios, algunos bienes industriales, activos de la construcción, etc) no pudo reducirse. A fines de 1979 se hizo evidente que las medidas implementadas no estaban dando los resultados anunciados por la autoridad económica: la inflación prácticamente no cayo(paso del 176% anual, en 1978, al 160% anual durante el año siguiente). Sin embargo como se puede apreciar en el cuadro 1, la inflación comenzó a descender, levemente y sin evitar la acumulación de mayor atraso del tipo de cambio, en noviembre de 1979, cuando se estabilizo en cerca del 4,5% mensual. Por otra parte, durante el año se había acumulado un importante atraso cambiario lo que se evidencia en el saldo del balance comercial que paso de tener un superávit de 2500 millones, en 1978, a un déficit de la misma magnitud en 1980.
El progresivo retraso cambiario empezó a estimular la suposición de una modificación del cronograma de devaluaciones, introduciendo un factor de riesgo que crecía con la persistente apreciación de la moneda local. Este riesgo elevaba la tasa de interés, impidiendo la convergencia de la tasa de interés domestica con la internacional, lo que sumado a un contexto internacional de abundante liquidez, incentivo el ingreso de capitales en la economía contribuyendo a generar mayor inestabilidad ya que al retirarse estos, se llevarían mas divisas de las que habían ingresado debido a la ganancia obtenida en el periodo de colocación financiera.
2.1.3. Como funciono la pauta cambiaria: La implementación de “la tablita” estuvo acompañada de un favorable contexto internacional. Al ya mencionado marco externo de liquidez internacional debe sumársele el muy buen desempeño de las exportaciones debido a la colocación de productos agropecuarios en nuevos mercados(como la URSS) y al mejoramiento en los términos del intercambio. Por lo que el crecimiento de las exportaciones se baso en mayores cantidades y en mejores precios, situación que se prolonga hasta 1981.
Los días de “la tablita” y de la apreciación cambiaria estuvieron contados en el momento en que cambia el contexto internacional en 1980. En primer lugar, la nueva política económica impulsada por EEUU implico una fuerte alza en la tasa de interés, lo que modifico el funcionamiento de los mercados financieros mundiales. La consecuencia mas notable para los países en desarrollo fue que el acceso al crédito internacional no solo empezó a ser escaso sino que se encareció considerablemente. La importancia de los flujos internacionales de capital era crucial para Argentina debido al déficit comercial y al saldo negativo de la cuenta corriente, sobre esta ultima se hicieron mas pesados los pagos de intereses de la deuda publica acumulada, contraída con el resto del mundo, multiplicados por el alza de la tasa de interés internacional.
En segundo lugar, los términos del intercambio empiezan a desmejorar con el consiguiente perjuicio para la obtención de divisas indispensables para el sostenimiento de la paridad cambiaria vigente.
En tercer lugar, de acuerdo con Mario Rapoport, el detonante que hizo que la complicada situación financiera local se transformara en una verdadera crisis, fue la quiebra en marzo de 1980 del mayor banco local privado, el Banco de Intercambio Regional (BIR). Este hecho tuvo como consecuencia un fuerte drenaje de divisas debido a una fuga de capitales desencadenada por una suerte de “efecto manada” ante la evaluación del mercado de falta de solvencia de “la tablita”. Las reservas del gobierno descendieron en casi 2800 millones de dólares, a pesar de que el endeudamiento del sector público creció en casi 4500 millones. Frente a esta situación el gobierno militar no practico una modificación sustancial de su política económica. Las medidas adoptadas intentaron actuar sobre la coyuntura pero finalmente no hicieron mas que prolongar la agonía de un final anunciado: la salida del esquema cambiario vigente. En un primer momento se intento restablecer la tranquilidad a través de la garantía oficial plena de los depósitos, medida que según Rapoport antes que devolver la confianza contribuyo a desnudar la debilidad del sistema financiero local. Luego, para frenar el drenaje de divisas, se incremento la tasa de interés domestica profundizando aun mas el cuadro recesivo de la economía y dejando intactas las condiciones que dieron origen a la crisis. En abril de 1981, con Sigaut al frente del ministerio de economía, se devaluó la moneda en un 28% eliminando la tablita cambiaria.







Cuadro 1: Evolución del PBI y Tasas de Inflación (en tasas de variación anual).
2.2. La Convertibilidad (1991 – 2002)
2.2.1. Contexto internacional: A comienzos de la década del noventa el contexto financiero internacional cambia de manera favorable para los denominados países emergentes. Este hecho se refleja en la drástica caída de las tasas de interés internacionales a partir de 1989, lo que provoco un nuevo flujo de capitales hacia los países en desarrollo o emergentes y en particular hacia las economías de América Latina.
2.2.2. En que consistió la convertibilidad(diferencias con la pauta cambiaria): En abril de 1991 se pone en marcha el Plan de Convertibilidad con el objetivo central, una vez mas, de estabilizar la economía(en el sentido ortodoxo del termino) jaqueada por dos sucesos hiperinflacionarios en 1989 y en 1990. La convertibilidad fijó como paridad cambiaria 10000 australes por dólar en un primer momento y luego, al cambiar el signo monetario local, un peso por un dólar. De igual manera que su antecesora “tablita” la convertibilidad dispuso del tipo de cambio como ancla nominal de los precios, sin embargo la implementación de esta ultima fue diferente. En primer lugar se estableció una paridad cambiaria fija, lo que implico que no se programo ningún tipo de devaluación futura, razón por la cual se anularon las indexaciones, intentando evitar la traslación de la inflación pasada hacia el futuro.
En segundo lugar se adopto un régimen de caja de conversión, por lo que se prohibió la emisión de dinero no respaldado en un 100% por reservas de libre disponibilidad (oro, divisas, títulos de otros países y títulos nacionales emitidos en moneda extranjera). De este modo la política monetaria se volvió completamente pasiva y en este sentido también hay otra diferencia con la tablita ya que esta última no impedía tan estrictamente la expansión de la base monetaria sin respaldo, en la medida que suponía devaluaciones nominales progresivas.
En tercer lugar la apertura comercial fue aplicada de forma mas abrupta en la Convertibilidad, lo que se tradujo en una fuerte caída en el precio de los bienes transables (y por lo tanto en apreciación cambiaria) mientras que el precio de los bienes no transables subió considerablemente. A pesar de esto el plan de convertibilidad resulto mucho mas efectivo, que su predecesor, para controlar la inflación (datos que pueden observarse en el cuadro 2). La inflación del Índice de Precios Mayoristas (IPM) cayo de un 37,2% mensual en febrero de 1991, a menos del 1% mensual en los años siguientes siendo incluso negativo en algunos momentos. Esto se explica por el hecho de que el IPM esta compuesto de gran cantidad de bienes y servicios transables. El Índice de Precios al Consumidor (IPC), por su parte, creció en un 58,5% hasta 1994 año en que este índice converge con el IPM. Este fuerte crecimiento inicial del IPC se debe por que la composición de bienes y servicios del índice incluye una gran proporción de no transables.
Por ultimo, la convertibilidad (al igual que la tablita) requirió para su implementación de la apertura plena de la cuenta capital. Sin embargo la desregulación financiera, en la convertibilidad, llevo a una progresiva dolarización de las relaciones financieras internas lo que hizo mucho mas dramática y costosa el abandono del régimen de caja de conversión que de la pauta cambiaria.
2.1.3. Como funciono la convertibilidad: dentro del ya señalado contexto internacional financiero favorable, el gobierno menemista implemento junto a la convertibilidad un programa de privatizaciones y de apertura financiera. De este modo la economía capto una importante cantidad de divisas en el primer tramo de la década hasta 1994. Durante este periodo la estabilidad de precios se combino con altas tasas de crecimiento, explicadas por el crecimiento de la cantidad de dinero y de crédito al consumo, lo que conjugado con la caída de la tasa de interés local e internacional, impulso la expansión de la demanda agregada y del nivel de actividad. En esta fase del ciclo (entrada de capitales) la fragilidad externa de la economía aumento por un lado, por el incremento del déficit en cuenta corriente (que se explica por el saldo comercial desfavorable y por el pago de intereses de servicios financieros) y por otro, por el aumento en el stock de deuda. Además el desempeño macroeconómico se torno mas vulnerable en la medida en que los cambios en los estados de opinión (efecto “manada”) son capaces de alterar la disponibilidad de divisas.
De igual manera que con la pauta cambiaria, la suerte de la convertibilidad cambia al modificarse el contexto financiero internacional. En 1994 EEUU aumenta su tasa de interés afectando las condiciones de liquidez mundial y en particular a México, país que debió abandonar su política de tipo de cambio fijo. Para Argentina la situación era la misma que la de su par latinoamericano y todo parecía indicar que al igual que la tablita, la convertibilidad llegaba a su fin ya que los capitales empezaron a dejar la economía por lo que las divisas disminuyeron considerablemente y el tipo de cambio no se podría sostener en la paridad fijada. Sin embargo, la convertibilidad pudo sobrevivir gracias a los fondos suministrados por el FMI que permitieron cambiar rápidamente el estado de las expectativas (frenando el efecto “manada”) y frenar la declinación del nivel de actividad interna. A partir de este momento se inicia una nueva fase expansiva del producto (posibilitada, principalmente por el endeudamiento externo del sector publico) en donde se inicia la misma secuencia: aumento de la oferta monetaria, crecimiento del crédito y del consumo, expansión del nivel de actividad y de la demanda agregada, deterioro de la balanza comercial e incremento del déficit en cuenta corriente. Esta situación se sostiene hasta 1998, año en el cual los capitales privados dejan de ingresar en cantidades importantes para luego iniciar una nueva fase del ciclo (salida de capitales) que se acelera con mayor intensidad hasta 2001. El endeudamiento del sector publico continua incrementándose pero no basta para cubrir el drenaje de divisas ocasionado por la salida de capitales privados. No por casualidad los capitales dejan de fluir hacia Argentina en 1998. Es a partir de este año que se suceden tres crisis externas que debilitaron cada vez mas profundamente la posibilidad de sostener el régimen de caja de conversión. La primera de estas crisis fue la de los países del sudeste asiático a fines de 1997, que no pareció herir de muerte a la convertibilidad sino que mas bien, de acuerdo con Daniel Heymann, pudo haber inducido “conductas precautorias por parte de muchos agentes”*. La segunda de estas crisis, la de Rusia en agosto de 1998, inicia el ya mencionado éxodo de capitales de la economía. La tercera es la crisis brasilera en enero de 1999, cuyo impacto fue mas notorio no solo por afectar el lado monetario de la economía Argentina sino porque tuvo repercusiones en el lado real. Brasil, principal socio comercial de Argentina, no solo tenia su economía en un estado recesivo (con la consiguiente disminución de compra de productos locales) sino que la devaluación del real dejaba a la Argentina con menor competitividad. Desde fines de 1999 cambia la administración del ejecutivo nacional y no se muestra proclive a modificar el régimen de caja de conversión sino que por el contrario adopta medidas que contribuyen a agravar el contexto recesivo de la economía. El diagnostico oficial concebía la continuidad de la convertibilidad en la posibilidad de reducir el déficit fiscal para de este modo captar nuevos fondos para el sostenimiento de la paridad cambiaria. Pese a conseguir cierto financiamiento por parte de los organismos multilaterales de crédito, estos fondos no bastaron para cubrir el descenso de divisas que se acelero fuertemente en 2001 dando fin en 2002 a la convertibilidad.



*de: ”La Argentina de los noventa” CEPAL, Pág. 100
Cuadro 2: Evolución del PBI y Tasas de Inflación (en tasas de variación anual).


3. Consideraciones generales sobre las políticas estabilizadoras analizadas
3.1. Dependencia de la coyuntura internacional externa: Tanto la pauta cambiaria como la convertibilidad fueron lanzadas en favorables condiciones internacionales para el acceso al crédito externo. Ambas políticas cambiarias tuvieron como denominador común la fuerte vinculación entre el lado monetario y el real de la economía, lo que junto a la dependencia del flujo internacional de capital para sostener una paridad cambiaria atrasada, derivo en una fuerte inestabilidad macroeconómica que se refleja en las fluctuaciones del PBI en los periodos analizados. Por otra parte, la implementación de estas políticas se hizo de la mano (como condición para su aplicación) de la apertura irrestricta de la cuenta capital exponiendo a la economía a una situación de gran vulnerabilidad a los cambios en los estados de opinión del mercado cambiario. El hecho de que la convertibilidad haya subsistido por mas tiempo que la tablita se debió en parte a que la primera contó con un escenario internacional de liquidez que se prolongo por mas tiempo si bien, sin el financiamiento del FMI en 1995 el régimen de caja de conversión no hubiera durado mucho mas que lo que duro la pauta cambiaria.
3.2. Similares efectos sobre la economía real: la apreciación cambiaria tuvo efectos sobre la estructura interna de precios relativos esto es, las importaciones se abaratan (en moneda local) mientras que el poder adquisitivo de las exportaciones disminuye es decir, se pierde competitividad. En la convertibilidad y en la tablita se generaron similares situaciones de “boom importador” en donde se diversificaron y aumentaron las importaciones, incrementándose especialmente la compra de bienes suntuarios, en detrimento de la producción local. A pesar de que ambos periodos contaron con momentos de notable crecimiento de las exportaciones, esto no fue suficiente para cubrir el déficit comercial en los momentos expansivos del ciclo, lo que sin duda sugiere que el tipo de cambio estuvo atrasado. Los efectos en la estructura productiva interna fueron los de provocar una profunda reestructuración regresiva de la industria, esto es: disminución de la participación del producto industrial en el PBI, hecho que se refleja en la contracción del 12,4% del sector industrial durante la vigencia de la tablita y en un 6% en la convertibilidad.
3.3. Similares respuestas oficiales: ante la evidencia de que la paridad cambiaria era insostenible y se debía abandonar mas temprano que tarde el tipo de cambio fijo o cuasi fijo, los gobiernos de cada periodo recurrieron a la aplicación de medidas que no se propusieron alterar el esquema cambiario vigente sino mas bien superar la coyuntura adversa hasta reestablecer la calma y la confianza de los mercados. Este hecho adquirió mayor relevancia en los últimos tramos de la convertibilidad, donde el discurso oficial giraba en torno a reducir el déficit fiscal para comprar credibilidad y de este modo superar la recesión. La explicación de estas decisiones excede el campo estrictamente económico y sin duda se basa en cuestiones de política en el sentido de asumir los costos políticos de una devaluación o no.
3.4. Altos niveles de endeudamiento externo: en ambos periodos se incremento considerablemente el stock de deuda externa, tanto del sector privado como del público, para sostener la paridad cambiaria. Entre 1976, al inicio de la dictadura militar, la deuda externa argentina (publica y privada) creció desde algo más de u$s 7.800 millones a u$s 43.600 en 1983 mientras que entre 1989 y 2001 lo hizo de u$S 65.300 millones a unos u$s 150.000 millones. Lo que quiero destacar es que la implementación de tales políticas estabilizadoras requirió como condición necesaria (bajo la argumentación teórica señalada mas arriba) la apertura irrestricta de la economía domestica a los flujos de capital. Es obvio que los acelerados incrementos en el stock de deuda que se produjeron en los periodos analizados no pueden ser comprendidos completamente por la política cambiaria. Sin embargo es pertinente señalar que dado el mecanismo de funcionamiento de un tipo de cambio fijo o aun mas con régimen de caja de conversión, el sostenimiento de la paridad cambiaria contribuyo a profundizar el endeudamiento.



4. Conclusión

En base en todo lo analizado en el trabajo resulta evidente que sostener un tipo de cambio apreciado con una apertura comercial completa se hace insostenible, al menos en el largo plazo, por dos motivos. El primero de ellos es que la posibilidad de endeudarse tiene un límite y esto se traduce tanto para un hogar como para una economía nacional. El punto central a discutir, de acuerdo a las justificaciones teóricas que dieron sustento a la implementación de tales políticas, es si los supuestos teóricos pueden hacerse efectivos antes de que cambie la coyuntura externa y se corte el financiamiento. El segundo motivo es que el tipo de cambio debería reflejar o ser la muestra mas clara de la competitividad de una economía en relación al resto del mundo por lo que un sostenido déficit en la balanza comercial en una situación de incremento de las exportaciones, da una prueba clara de que el tipo de cambio en ambos periodos analizados, estuvo atrasado y que el retorno al “punto de equilibrio” iba a producirse en el corto o mediano plazo. En este sentido es que sostengo que la devaluación estuvo anunciada desde el inicio del régimen de tipo de cambio fijo o cuasi fijo con apertura comercial, debido a su propia lógica de funcionamiento fuertemente dependiente de los movimientos financieros internacionales.
No me propuse cuestionar la efectividad de estas políticas para reducir la inflación o si es viable o no aplicarlas y en que contexto, ya que cualquier paladín de la convertibilidad podría argumentar, tal vez hasta con cierta razón, que luego de dos crisis hiperinflacionarias no había mejor solución que el anclaje nominal de los precios. Sin embargo, lo cierto es que es muy discutible la posibilidad de sostener tal política en el largo plazo. Parecería que para los gurues del enfoque monetario del balance de pagos la posibilidad de crisis financiera es poco cierta por no decir improbable, sino es así resulta difícil comprender las justificaciones teóricas para la implementación de tales políticas estabilizadoras.



Bibliografía de referencia:

Canitrot, A.(1980): “La disciplina como objetivo de la política económica. Un ensayo sobre el programa económico del gobierno argentino desde 1976”. En Desarrollo Económico Vol. 19, Nº 76

Rapoport, M: “Historia económica, política y social de la Argentina (1880-2000)” Ediciones Macchi

Damill, M.; Frenkel, R y Maurizio, R.: “Políticas macroeconómicas y vulnerabilidad social. La argentina en los años noventa”. En CEPAL, Santiago de Chile, julio de 2003

Heymann, D. y Kosacoff, B (ed.): “Desempeño económico en un contexto de reformas”. CEPAL, Buenos Aires, 2000

Dornbusch R. y Fischer S.: “Macroeconomía”, Sexta edición, Madrid: McGraw Hill, 1994

Krugman, P. y Mauricie, O.: “Economía Internacional (teoría y política)”, Segunda edición, Madrid: McGraw Hill 1994

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